Eso es lo que me considero, un educador y no un profesor. Y cada día me gusta más lo que hago. Y me llena.
Llegó a mis manos, ya hace tiempo, este pequeño texto donde se resume lo que debemos ser los que nos dedicamos a esto. Desde entonces, es mi guía... es muy profundo, si de verdad te paras a pensar cada uno de sus puntos. Sólo pido que, los profesores de mis hijos intenten, como yo, cumplirlo con todos sus alumnos.
4 consejos para educar a tus alumnos:
- Llámales por su nombre, nunca por el apellido. El nombre está muy pensado por sus padres, está personalizado para ellos y para ti, porque son personas personalizadas.
- Háblales como si fueran amigos, no les grites. Los alumnos responden al tono, no a las palabras. Son tus compañeros de trabajo.
- Piensa qué debes hacer para que lleguen más lejos que tú; nunca admitas una “etiqueta”, ni la escuches.
- Sácalos adelante, a pesar de ellos mismos, a pesar de su entorno, a pesar incluso en ocasiones de sus padres. Son “tus” alumnos, los únicos que tienes, y quieres que aprendan, y quieres que aprueben, y ¡logra que aprueben! Y nunca dejes a nadie atrás.