lunes, 12 de junio de 2017

Por su actos los conoceréis


Es muy significativo ver como la izquierda progresista de este país ataca a dos personas que en los últimos días han hecho cosas por los demás. Me refiero a Ignacio Echeverria que por defender a una persona que iba a ser asesinada encontró su propia muerte, y a Amancio Ortega, empresario de éxito que ha donado una importante suma de dinero para equipos médicos contra el cáncer. 
Pues sí... los dos han recibido múltiples críticas. Los rancios izquierdosos no perdonan que alguien haga cosas por los demás a no ser que pertenezca a CCOO, UGT o Podemos. 
¿Quién niega que Amacio Ortega no tenga sus "pecados"? Nadie. Pero la donación, esa donación que va a ayudar a tanta gente, es un hecho ante el cual hay que sacarse el sombrero.Bien por el señor Ortega.
Y lo de Ignacio Echeverría es para hacerle un monumento. Quiso salvar a alguien que iba a morir. Puso en peligro su vida por los demás. Esto sí que les jode a muchos... especialmente porque ellos serían incapaces. Y que conste que yo sería incapaz también. Pero lejos de joderme, me enorgullece. 
Gracias a los dos. Gracias porque la mayoría de los españoles tenemos un espejo en el que mirarnos. Además de toda la morralla que hay en la vida política y folclórica de este país, hay algunos que destacan por sus actos. 
Y eso es lo que no perdonan las personas que se dedican a odiar. Su principal afición es odiar a los que sobresalen por encima de ellos, personas mediocres, practicando el deporte español por excelencia, la envidia. 
No, Amancio Ortega no es santo. Pero incluso los pecadores podemos cometer actos buenos. Vosotros, envidiosos, mediocres, acomplejados, sois incapaces de ver la virtud en gente que no es de vuestra calaña. Por sus actos los conoceréis.

domingo, 19 de marzo de 2017

La izquierda es una rabia contra Dios

El texto no es mío. Está copiado. Pero resume perfectamente el sentir de gran parte de la izquierda. Me quedo con una frase: "La izquierda es fundamentalmente una rabia contra Dios por no poder alcanzarle." 
No quieren prohibir la Misa en la tele, quieren prohibir la Misa. No quieren prohibir la Misa, quieren prohibir a Dios. No quieren prohibir a Dios, quieren suplantarle. Éste es el gran sueño fundacional de la izquierda y su única razón de ser. Sustituir a Dios por el Estado. Sustituir la caridad por la burocracia.
Su propaganda es que quieren ganarnos para acabar con lo nuestro, pero su verdad es que quieren eliminarnos para tomar lo nuestro. La izquierda, y ya no digamos la extrema izquierda, es fundamentalmente una rabia contra Dios por no poder alcanzarle. Consiguen infundirnos su mismo temor pero nunca su Gracia. A veces saben copiar su ira pero nunca su amor.
Por eso los católicos les molestamos tanto y les ofendemos tanto, porque cada vez que pasamos por su lado somos la evidencia de su derrota, de su fracaso, de su Estado fallido contra Dios, de su burocracia colapsada por la caridad, de sus siniestros burócratas superados por la buena gente reflejada en la sonrisa de Dios. Somos la constatación de que su terrible persecución ha sido burlada por nuestro perdón y nuestra misericordia.