jueves, 28 de julio de 2011

Pues a mi… más!!!

¡Qué país este donde estamos! Uno de los tópicos de los españolitos y más concretamente de los andaluces, es que saben de todo. No es raro pasear por las calles y contemplar a decenas de curiosos transeúntes que se paran a mirar a un par de operarios que chapucean unas obrillas en mitad de la calle. Mientras admiran a los trabajadores, todos opinan sobre cómo debería hacerse el trabajo; que por supuesto, nunca coincide con lo que están haciendo los sufridos trabajadores.
Todo esto viene a que esta mañana, mientras desayunábamos en el trabajo, tres compañeros se han puesto a hacer lo mismo. Un economista, un licenciado en derecho y uno sin carrera conocida, se han puesto a discutir sobre cómo debían de hacer los obrerillos que están poniendo el campo de hierba artificial en mi colegio. Que si una máquina con ruedas y un par de vástagos?????, que si las trócolas, que si los manguitos… un despropósito!!! Los tres sabían más que nadie sobre el tema… y se atrevían a reírse de los que estaban trabajando bajo el duro sol del verano andaluz. Manda carallo.
Y es que esta Andalucía está llena de expertos en todo. A quién no le ha pasado que se compra, por ejemplo, un coche nuevo y acto seguido, aparecen los de siempre diciendo que menuda mierda de coche o que ellos lo habrían conseguido por la mitad de precio porque conocen a no sé quién. O aquel que te agua la fiesta diciéndote que ya tienes coche para toda la vida… nadie te lo comprará jamás, por la mierda que es.
Si vas al dentista, te dirán que el suyo es el mejor y mucho más barato. Si vas a comer por ahí, que dónde van ellos la comida es espléndida y a ti te han engañado como a un chino.
Creo que todo es un problema de que mucha gente tiene un complejo de inferioridad de la leche. Se ven inferiores y tienen que aparentar que son más listos que nadie. Yo los llamo los “y yo más”. Les cuentas cualquier sucedido y su respuesta siempre es: “pues a mi… más”. Nunca los puedes sorprender; siempre les ha ocurrido lo mismo en grado superlativo. Si tú tienes un amigo en Sebastopol, ellos tienen dos. Si tú has pisado una mierda en mitad de la calle, ellos han pisado cinco.
Alguno así tengo en mi trabajo. Cada anécdota, sucedido o churreteo es conocido más que de sobra por ellos o a ellos les ha ocurrido ya. Da igual el tema. Todo lo saben, de todo opinan y consejos vendo que para mí no tengo. Son insoportables. Al final, te hartas de ellos y dejas de contarles las cosas. No merece la pena.

2 comentarios:

El último de Filipinas dijo...

Pues a mí me hubiera quedado mucho mejor esta entrada :)
Es broma, es broma...

Paul Redford dijo...

Existe un complemento perfecto para este tipo de gente que describes, a los que Carmen Posadas les reserva un curioso nombre: el "pinchaglobos".

http://www.carmenposadas.net/articulos-ficha.php?articulo=38

Para hacer un estudio antropológico. Échale un vistazo, vale la pena.

Pesos y a plazos.