jueves, 1 de noviembre de 2012

Aplauden a Sánchez Gordillo y se escandalizan ante Amancio Ortega

Artículo de Javier González Ferrari en La Razón. Perfecto. Y que se jodan los progres de mierda con las verdades como puños...
Tiene gracia que quienes aplaudían a Sánchez Gordillo, el alcalde stalinista de Marinaleda, por asaltar supermercados presuntamente para dar de comer a los necesitados, se rasgen ahora las vestiduras porque el primer empresario de España, Amancio Ortega, haya donado veinte millones de euros a Cáritas, entidad dependiente de la Iglesia Católica, tan denostada por la izquierda desnortada de éste país nuestro, que sí tiene más que acreditada su labor social que está permitiendo a muchas personas en España a comer cada día. La hipocresía de ese pisto de socialistas extremos, Izquierda Unida, nacionalistas troskistas y sindicatos, no tiene límites. En UGT y CCOO se plantean expedientes de regulación de empleo utilizando la reforma laboral contra la que han convocado la segunda huelga general en lo que va de año, mientras los dirigentes, al menos de CCOO, se suben los sueldos y no renuncian a ninguno de sus privilegios cuando los trabajadores que dicen representar y defender, están a punto de llegar al último agujero del cinturón que no les deja respirar. Harían mejor los Méndez, Toxo, Cayo Lara, Llamazares, Beiras y demás compañeros del metal (del vil metal, claro), en donar las subvenciones que nos sacan a todos los españoles de los cada día más magros bolsillos, para que organizaciones como Cáritas puedan seguir ayudando a aquellos a los que nadie ayuda, empezando por ellos, y terminando en el propio Gobierno. Hasta la demagogia debe tener un límite para no provocar náuseas, y criticar a Amancio Ortega por su donación argumentando que lo que tiene que hacer es crear puestos de trabajo(como si no los hubiera creado), revuelve el estómago a cualquier persona de bien. El dueño de Inditex es un ejemplo de empresario que ha contribuido, y sigue haciéndolo, a crear riqueza colocando una compañía española a la cabeza del negocio textil y los complementos en el mundo entero. Los tramposos que predican una cosa y hacen otra no pueden seguir contribuyendo a poner a España contra las cuerdas desde la más absoluta impunidad. 

1 comentario:

El último de Filipinas dijo...

Ya se sabe, todo aquel que quiera hacer alguna donación que sea a través de algún sindicato, ONG lo más zurda posible o partido politico también escorado a babor. Entonces sí que vale.