jueves, 7 de octubre de 2010

Doctor Zhivago

Estamos ante una de las grandes películas de la historia del cine y una de mis favoritas. Varias cosas se unen para que me guste tanto. La primera es que es una historia de amor imposible o difícil. Esas historias me llaman mucho la atención. La segunda es que narra bastante bien la Revolución rusa del 17 y la dictadura comunista posterior que tanto daño hizo en esa nación. La tercera, que la actriz principal es muy guapa y eso siempre se agradece: Julie Christie. Y la última razón es que a su director, David Lean, le salió una película redonda. Los actores, el guión, los decorados, los paisajes, la ambientación... todo es espectacular.

Yuri Zhivago (Omar Sharif) es un médico y poeta en la época de la Revolución rusa. Está casado con Tonya (Geraldine Chaplin), una joven de la alta burguesía. Durante la revolución, la mansión familiar en Moscú es requisada y ocupada por otras familias. La situación se torna insostenible para ellos. Deciden salir de Moscú y viajar a la mansión de campo de la familia, en Varikino. Después de una odisea, viajando en un vagón de ferrocarril atestado, la familia logra trasladarse a su casa de campo, pensando en pasar un tiempo allí. Cuando llegan a la casa se enteran de que ha sido confiscada por el gobierno revolucionario y se ven obligados a refugiarse en una cabaña cercana que forma parte de la propiedad. Logran pasar un tiempo en paz y Zhivago comienza a escribir poesía y a visitar la biblioteca del pueblo cercano, Yuriatin. Allí se encuentra con Lara (Julie Christie) a quien había conocido en difíciles circunstancias en Moscú, y posteriormente durante la Primera Guerra Mundial, cuando él servía como médico militar y ella como enfermera. Su relación con Lara se transforma en una relación amorosa. Todos sus movimientos y actividades son vigilados por los funcionarios soviéticos. Tonya queda embarazada y Yuri decide terminar su relación con Lara. Después de una triste despedida regresa a Varikino y es reclutado a la fuerza por un pelotón de guerrilla soviético, y debe seguirlos en su campaña. Después de dos años, deserta y regresa a Varikino en busca de su familia, pero allí se entera de que han emigrado a Francia y que su rastro se ha perdido. Yuri se reencuentra con su antiguo amor, Lara. Juntos, más la hija de Lara, deciden irse a vivir a la casa de campo en Varikinno. Es el período del crudo invierno ruso y Zhivago decide desobedecer la confiscación y rompe los maderos que tapiaban la casa, para refugiarse allí. Pasa el tiempo y la situación política obliga a Lara a huir junto a su hija. Yuri no se entera nunca de que Lara espera un hijo de él. Regresa a Moscú y un día, viajando en el tranvía, Yuri ve a Lara caminando por la calle y desesperadamente trata de detener el transporte y correr tras ella, sin poderla alcanzar. Entonces Yuri fallece de un paro respiratorio.
Es una película triste: me encantan las historias tristes. Y la música... ¡qué música! Pero lo mejor es la historia de amor entre Yuri y Lara. Una historia también triste, ya que se separan cada dos por tres forzados por las circunstancias, pero nunca dejan de quererse. A aquellos que les gusten las historias que acaben bien, que no la vean. Acaba como tiene que acabar.


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