miércoles, 27 de noviembre de 2013

Mi padre, 34 años después

Hay días especiales que, sin esperarlo, ocurren cosas que te marcan. Ayer fue un día así para mi.
Para los que no lo sepáis, perdí a mi padre hace 34 años. Murió cuando yo sólo tenía 11 años. Guardo un recuerdo de él increíble. A parte de que era una persona excepcional y un padre único, el hecho de llevar tanto tiempo sin él, hace que aún magnifique más su figura y su recuerdo. Por esto mismo, cualquier cosa que tenga que ver con mi padre, me emociona y además me encanta.
Mi padre trabajó toda su vida en la radio. Y llevo 34 años preguntándome cómo es posible que trabajando tanto tiempo en la radio, no haya ni una sola grabación de algún programa suyo. No me cabía en la cabeza cómo eso era posible. Y todos estos años deseaba que apareciese algo grabado en cualquier lado. Pero nada. Había perdido la esperanza.
Me llama ayer mi madre por teléfono y me dice: 
- "Mi hermano Javier me ha hecho un regalazo".
- "¿Cuál?"-digo yo.
- "Unas grabaciones de programas de tu padre. Te las mando". 
Y ahí terminó la conversación con mi madre. Se me llenaron los ojos de lágrimas y comencé a llorar de alegría y emoción. Pero llorar como nunca lo había hecho. Mira que mi madre intentó que le dijese algo. No podía. Cada vez que intentaba decir algo, se me cerraba la garganta y se inundaba mi cara de lágrimas. Ella se dio cuenta y solo me dijo: "Ya hablaremos cuando puedas". Y colgó. Y ahí me quedé, solo, llorando, pero más feliz que nunca. Por fin lo había conseguido. Lo que durante tantos años había deseado, se había cumplido. Podía volver a escuchar la voz de la mejor persona que ha pasado por mi vida. Y cuanto más lo pensaba, más lloraba. 
Mi hermano (un millón de gracias, Pablo), me manda los archivos sonoros. Son del año 68 y 69. Ya ha llovido. Son un total de 6 archivos de media hora cada uno. Mi madre también ha trabajado en la radio toda su vida. Y los 6 programas que me manda, los hacen los dos, mi padre y mi madre. Van intercalando sus voces... uno, otro, uno, otro... Y me vuelvo a emocionar. Los dos juntos otra vez. 
¡Qué alegría más grande! Nadie se puede imaginar cómo me sentí. Soy incapaz de describirlo. Llegué a notar que mi padre estaba de nuevo a mi lado y me convertí en la persona más feliz del universo. 
Y así sigo hoy... en una nube. 
Gracias Javier. Gracias Mamá. Gracias Papá.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso... una joya te han regalado.

Unknown dijo...

Así es. No puede haber mejor regalo.

Amilcar Barca dijo...

Qué entrañable.. un fuerte abrazo amigo.

Jose Maria dijo...

Yo me emociono contigo, que gran entrada.

Manuel CG dijo...

No le conozco personalmente, pero me alegro mucho de ese inesperado regalo...

Mayra dijo...

Hermoso regalo! Gracias por compartirlo. Saludos desde ARG, Mayra.-