Más bodas

¿Hay algo peor que una boda? No. Es lo peor. Pero hay que reconocer que sirve como estudio interesante de la estupidez humana.

Tuve una boda en Sevilla este fin de semana. ¡Qué bonito es Sevilla! Cada vez que voy, me doy más cuenta que el resto de Andalucía, lo que tienen es envidia. Pero bueno, a lo que íbamos. Boda. Y a mi no se me ocurre otra cosa más que ir acompañado de tres mujeres. Así que, siendo la boda a la una del mediodía, viajamos por la mañana desde Granada. 2,15 horas de viaje. Pienso que si salimos a las 10, llegaremos a buena hora.

Pero cual es mi sorpresa que el día anterior me dicen que a las 10 nada de nada. ¡Que hay que salir a las 7 de la mañana! ¿A las 7? ¿Y qué coño pintamos en Sevilla a las 9,30? No hay respuesta. Pero salimos a las 7.

Y llegando a Sevilla me entero de todo. A las 10 abren la pelu del Corte Inglés y, claro, cómo vamos a ir a la boda sin pasar por la pelu. Así que a las 10 en punto las dejo en la puerta y me dicen que espere ya que durará poco.

¡¡¡¡Y una mierda!!!! Me tuvieron esperando hasta las 12,30... 2,30 horas colgado con el coche en segunda fila en la calle de detrás del Corte Inglés, y el gorrilla mirándome para ver si me iba de una p... vez.

Salen de la peluquería y ahora hay que ir al hotel a cambiarse y pintarse. Son las 12,35, la boda es a las 13. Y nadie sabe dónde coño está el hotel. Así que ponte a buscarlo. Encontrado a las 13. Cambiados y pintadas a las 13,35. Taxi hasta la iglesia. Llegamos a las 13,50. Por finnnnnnn.

Pero lo de la misa se alarga y termina todo a las 14,45. Andando hasta los autobuses. Los pillamos a las 15,45. Y a 20 Km de Sevilla. Llegamos al lugar sobre las 16,45. Mareados de hambre. Famélicos. Muertos.

Pero resulta que no se puede comer. Hay primero que tomar una cervecita y un tentempié. Y una mierda!!!! Queremos el chuletón ya. Pues nada, a seguir esperando.

¿A qué hora nos sentamos a comer? Nada más sentarme miré el relij y no exagero nada... eran las seis menos cuarto!!! Nos sentamos a esa hora, pero ya sabéis cómo son las comidas en las bodas. Lentasssssssssssssssssss. Los postres fueron servidos a las 19,45.

Y después de eso, es donde empieza de verdad lo de la estupidez humana. Dale al españolito medio una copa gratis, música a todo volumen y gente del sexo contrario, y su neurona se atrofia hasta límites sobrenaturales.

Fijaos si no en la próxima boda a la que vayáis. La primera música suele ser el Vals y, pase. La segunda un paso doble, donde los viejecillos cumplen con la parienta. Pero a partir de la tercera empieza lo bueno. Los mocicos y las mocicas se ponen a bailar. Y te fijas y ¿qué ves? Todos igual. Vaso en la mano. Normalmente alcohol con coca cola. Baile, generalmente arrítmnico ellos. Pero lo peor es mirar su caras y sus bocas. Todos mueven la boca haciendo playback y ponen diversas posturitas interesantes mientras miran a quien está junto a ellos. Miras al gañán de turno que, mientras mira a la rubia y se mueve junto a ella, vocaliza las palabras Black is black, poniendo boquita de piñón y mirada sensual; I want my baby back le susurra a la del otro lado mientras la gorda dice lo mismo. ¡¡¡Qué triste y a dónde hemos llegado!!! Y lo malo no acaba aquí. Lo malo es cuando se ponen a gesticular siguiendo la letra de la canción... si en la canción se dice mi mirada, ellos se señalan los ojos; si se habla del corazón, imitan los latidos con sus manos en el pecho. ¡¡¡Penoso!!!

Así que, viendo la tontería que a mi no me va en absoluto, a las 22,30 cogí el autobús y me fui a dormir.

Bueno, ahora en serio. Que felicito a Keka e Ignacio por su boda. Y, esperando que os guste, ahí va ese vídeo de ellos mismos consigo mismo.