Es muy significativo ver como la izquierda progresista de este país ataca a dos personas que en los últimos días han hecho cosas por los demás. Me refiero a Ignacio Echeverria que por defender a una persona que iba a ser asesinada encontró su propia muerte, y a Amancio Ortega, empresario de éxito que ha donado una importante suma de dinero para equipos médicos contra el cáncer.
Pues sí... los dos han recibido múltiples críticas. Los rancios izquierdosos no perdonan que alguien haga cosas por los demás a no ser que pertenezca a CCOO, UGT o Podemos.
¿Quién niega que Amacio Ortega no tenga sus "pecados"? Nadie. Pero la donación, esa donación que va a ayudar a tanta gente, es un hecho ante el cual hay que sacarse el sombrero.Bien por el señor Ortega.
Y lo de Ignacio Echeverría es para hacerle un monumento. Quiso salvar a alguien que iba a morir. Puso en peligro su vida por los demás. Esto sí que les jode a muchos... especialmente porque ellos serían incapaces. Y que conste que yo sería incapaz también. Pero lejos de joderme, me enorgullece.
Gracias a los dos. Gracias porque la mayoría de los españoles tenemos un espejo en el que mirarnos. Además de toda la morralla que hay en la vida política y folclórica de este país, hay algunos que destacan por sus actos.
Y eso es lo que no perdonan las personas que se dedican a odiar. Su principal afición es odiar a los que sobresalen por encima de ellos, personas mediocres, practicando el deporte español por excelencia, la envidia.
No, Amancio Ortega no es santo. Pero incluso los pecadores podemos cometer actos buenos. Vosotros, envidiosos, mediocres, acomplejados, sois incapaces de ver la virtud en gente que no es de vuestra calaña. Por sus actos los conoceréis.