miércoles, 10 de marzo de 2010

La vida te da sorpresas

Hay días en los que es mejor no levantarse de la cama. La ley de Murphy se cumple inexorablemente. Si hay algo que pueda salir mal, sale mal. Y eso me ha pasado ayer. Todo lo que podía salir mal, ha salido mal. Que digo mal, requetemal.
Como casi todos sabéis, me dedico a la enseñanza. Imparto clases de biología en Bachillerato y en la ESO. Me parto la cara día a día por ayudar a los alumnos: me peleo con profesores para que no sean tan duros con ellos; les atiendo cuando lo necesitan; les escucho y aconsejo cuando las cosas están mal; intento suavizar las cosas con los padres cuando son demasiado estrictos. Me considero un profesor amigo de mis alumnos y aunque les exijo, intento hacerlo de la manera más agradable posible.
Pero lo de ayer fue demasiado. Alumnos cabreados por que han suspendido. ¿Esperan que se les apruebe por la cara? A veces pienso que sí. Nunca he visto tan claro aquello de "me han suspendido, he aprobado".
Todo han sido quejas. También hay que decir que alguno ha venido a agradecer lo que he hecho por él. Pero hay varios que se han puesto impertinentes.
Mi reacción ha sido de asombro; pero poco a poco ha ido pasando a cabreo e indignación. Eso sí: a los profesores que de verdad les putéan y los tratan a palos, a esos, ni una queja. ¿Pues sabes lo que te digo? ¡¡¡¡Qué les den por el culo!!!! Y que se metan su nota por donde les quepa. Lo que todo esto me demuestra es que hay que ser un cabrón. Como intentes ayudarlos, recibirás leña.
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Ya me he desahogado. Y no, no pienso hacer lo de ser un cabrón. Me encanta llevarme bien con los alumnos y la gran mayoría son estupendos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

que bonito...casi me pongo a llorar..sigue siendo como eres, que de esos quedan pocos.

si, bwana dijo...

Me ha sucedido lo mismo en mis clases. Se requiere mucha sangre fría para domesticar a esos cafres.
¡Adelante, que el tiempo le dará satisfacciones!

Ethan Edwards dijo...

Bueno, llevaba un tiempo sin echar un vistazo por aquí y me ha preocupado lo que he visto. Redford que no decaiga el ánimo. Esto son rachas y siempre hacen ruido y dan el coñazo los que son minoría. La enseñanza es así. Te diré lo que me dice mi médico cada vez que le cuento alguna de mis dolencias: "Ánimo, el consuelo que te queda es que esto se empeora". MF dixit.

Unknown dijo...

Gracias por los ánimos, Ethan....

Anónimo dijo...

Conozco un catedrático de Universidad al que apodaban "el simpático cabroncete" porque, según me confesó una alumna, cuando iban a quejarse del suspenso (en los tiempos en los que iban sudando tinta china y no con la motosierra) les hacía reir un buen rato, pero casi nunca les subía una décima.

Los malos modales deberían equivaler a unos cuantos puntos menos.

Tristemente es el mundo al revés en todos los ámbitos.