Y llegó, por fin, el finde Martínez

Ya llegó, y ya pasó. Como todos los años nos hemos vuelto a juntar en La Virgen de la Cabeza. Todo el clan Martínez, capitaneado por Ángel Cristo y Bárbara Rey (espero que a mi suegra no le moleste la comparación), nos hemos vuelto a reunir, un año más viejos, para pasar un agradable y tranquilo fin de semana, a los pies de la Morenita en Sierra Morena.

Esta vez, como ya se predijo en el blog, contábamos con el aliciente de la uniformidad. Sudaderas grabadas con la palabra Martínez y el número que cada uno ocupa en el clan. Hay que reconocer que tuvo gracia la cosa. Ver a tanta gente con el nombre y el número llamaba la atención de extraños que no paraban de preguntar que a qué secta pertenecíamos. Como podéis ver, nos hicimos fotos para poder recordar el momento. La que aquí pongo es, obviamente, de espaldas para salvaguardar el anonimato de algunos que no quieren ser identificados. Estamos colocados por orden de llegada a este mundo. Digo mal estamos ya que yo no estoy. Alguien tenía que hacer la foto, así que me tocó a mi. Siempre sacrificándome por el clan. ¡¡¡¡Si es que no me merecen!!!!

La crónica de lo acontecido es como la de todos los años. Tan sólo relataré algunos hechos que sí han supuesto una novedad o que aunque ya hayan ocurrido otros años, supongan un aliciente para la risa y jolgorio de los que allí estuvimos.

Comparar al pater familiae con Ángel Cristo ha sido una ingeniosa idea de mi querido Raflex. La comparación es perfecta. Los que lo conozcáis: ¿os lo podéis imaginar, látigo en mano, "convenciendo" a los leones para que pasen por el aro? Pero no un aro normal; un aro de fuego. Pues sí... así es ÉL. Si seguimos con el simil, sus vástagas serían los leones más fieles y mejor domados. Un solo gesto de su cara y ellas... por el aro. Y sus yernos, seríamos los leones mas remisos y menos sometidos; pero, al final, pasamos por el aro igualmente.

Hay que reconocer que los albaceteños está vez se han esmerado Tan solo llegaron a las dos de la mañana. Una proeza para ellos. Unas palabras especiales merece la Presidenta de los Damnificados que aguantó estoicamente con la sudadera puesta sin brazalete negro ni nada.

Este año no vimos jabalises ni atropellamos linces ni nada por el estilo. Pero como no podía faltar la referencia al mundo animal, hemos conseguido oir cantar a los ranos... ha sido increíble escuchar cómo lo hacían.

Dos personas nos han honrado por primera vez con su presencia: Miguel peloto y Chema. Desde aquí nuestro agradecimiento a la deferencia que han tenido al venir. Hombre... Chema, la verdad, ha sido visto y no visto; pero mejor eso que nada.

El capítulo culinario, comandado por Alfonso y Ángel Cristo, ha sido estupendo, como siempre. La verdad es que todos los años comemos lo mismo; habría que ir pensando en cambiar un poco los menús para años venideros. Mención especial para los arroces, bacalaos, ensaladillas y flamenquines. Y, como no, al rey de la fiesta... El JAMÓN. ¡Cómo estaba el jamón! Así estaba ayer al mediodía:

Que Ángel Cristo pierde los nervios con los niños es algo que todos sabemos. Pero que también los pierda con las madres cuando él considera que no están cuidando bien de sus retoños, es algo que se acentúa con la edad. Esos leoncillos tan jóvenes e inexpertos que aún no saben con quien se la juegan. Pobrecillos.

También merece la pena comentar las siestas de Paco y Damián. No se esperan a irse a la cama. La siesta directamente en la silla, en los postres. Uno junto al otro. Y lo curioso es que están coordinados. Sí... si uno se mueve a la derecha, el otro le sigue. Si el otro apoya la cabeza, el uno también. Parecían Gemma Mengual y Andrea Fuentes en la siesta sincronizada. ¡Qué movimientos tan perfectos! Omito la foto que les hice para que no haya susceptibilidades.

Los número de las sudaderas dividían a la manada en tres clases sociales. Bueno, mejor dicho en tres no. En cuatro. Ángel Cristo ocupa, él solo, la primera clase social. Todo se sucede según lo que él prevé y... pobre del que se salga del guión!!!!!

La segunda clase social somos el resto de los adultos, hasta el número 17. Los jovenes y adolescentes ocupan la tercera clase, hasta el número 31. Y del 32 al 44 están los niños. Muy comentada fue la anécdota que ocurrió en la misa dominical en el Santuario. Cuando el cura comenzó la misa, dio las gracias a los representantes de la Cofradía de nosedonde y de la Cofradía de nosequeotrositio... y también... ¡¡¡a la familia Martínez!!! La verdad es que ocupábamos bastante sitio en el interior del Santuario y era difícil no vernos.

La palabra que resume el fin de semana ha sido.... ¡¡¡¡¡¡¡¡MARAVILLOSO!!!!!!!! No entiendo por qué era tan repetida durante el día de ayer. Cada vez que alguien contaba alguna anécdota se oía por detrás... Maravilloso, maravilloso.... Que le pregunten a la nonuerna de Newman....

Y ya, para terminar, unas pequeñas referencias a otros datos de interés general: la boda de los pipiolines; la maleta atrancada de Ana que sirvió de despertador de los del gallinero; el desembarco digital de Paco (sólo le faltó... la verdad es que no le faltó nada; se llevó hasta tres discos duros externos); la Fórmula 1; la botella de licor que apareció vacía al día siguiente, los contínuos escaqueos de ciertos adolescentes; el agua caliente de las duchas; dar de mi... o dar de tí; los huevos fritos de desayuno; el juego de las películas; el frío y el humo del gallinero; el nidito de amor de Newman y mi nonuerna... en fin... ¿qué más queréis que os cuente? Espero no haber cansado demasiado. Así que, si queréis más, debéis esperaros al año que viene. Me voy a dar de mi. Adios.