Ahora mismo me encuentro vigilando un examen final en un curso de la ESO. Puede que sea la peor clase del colegio. 25 alumnos, cada uno de su padre y de su madre, dispuestos a dar guerra y a sacar de sus casillas a cualquier adulto que se introduzca en sus dominios.
Son buenas personas: chavales cariñosos, con los que se puede hablar uno a uno. Pero cuando están en manada, no hay quien los soporte.
El examen comenzó hace una hora. A los tres minutos de haber empezado, 5 alumnos han tapado el boli Vic con el que ponían su nombre, lo han dejado encima de la mesa y se han dispuesto para pasar las siguientes dos horas de la forma menos mala posible.
Si me pongo a mirar uno a uno, todos me caen muy bien. Ahí está, en la esquina, el que saca peores notas. Es de un pueblo de la Granada profunda. Su única ilusión, conducir un tractor. Tiene 16 años, dos más que el resto. Tiene una novia que, según él, es “precioza” y cuando habla de ella, la llama La Marialuiza.
En todas las clases siempre hay un gordo feliz. En esta también. Dicen las malas lenguas que el último día que comimos hamburguesas en el cole, él se ventiló 12. Por supuesto que sólo piensa en comer y lo de la lengua, matemáticas e inglés le trae sin cuidado.
Cuatro alumnos representan a los “mírame los calzoncillos”; esos que llevan los pantalones bajaos y aunque no quieras, te encuentras con sus gallumbos de frente. Pelito largo en plan Beatle, calzoncillos surferos y gilipollez mental. Menos mal que esa enfermedad se pasa tarde o temprano.
Tres son los representantes de los hiperactivos, o mejor dicho, de los TDHA, que es como se llama ahora la dichosa enfermedad. ¡Qué manera de tocar las pelotas que tienen los tres! Está demostrado: son incapaces de estar más de diez segundos sin hablar y más de dos sin moverse. Mira que yo soy paciente y sosegado. Pero más de un día he deseado tirarlos por la ventana. Tienen el don de pedir a gritos ser abofeteados; son los típicos que cuando acabas de decir que el examen no se hace en color rojo, te preguntan que si se puede hacer con bolígrafo rojo.
Y como en todas las clases, ahí está mi enchufado. Más buena gente que nada, simpático, cariñoso, atento, educado,… pero más perro que una siesta. Creo que el último trimestre aprobó recreo y comedor, por los pelos. El resto, penco. Pero siempre está dispuesto a ayudarte, siempre tiene la tiza preparada cuando llegas, te da los buenos días por la mañana… etc. Un tío fenomenal. Si estudiase un poco , ya sería perfecto. Este fue el que el día de mi cumpleaños me regaló un bocata de tortilla.
Son buenas personas: chavales cariñosos, con los que se puede hablar uno a uno. Pero cuando están en manada, no hay quien los soporte.
El examen comenzó hace una hora. A los tres minutos de haber empezado, 5 alumnos han tapado el boli Vic con el que ponían su nombre, lo han dejado encima de la mesa y se han dispuesto para pasar las siguientes dos horas de la forma menos mala posible.
Si me pongo a mirar uno a uno, todos me caen muy bien. Ahí está, en la esquina, el que saca peores notas. Es de un pueblo de la Granada profunda. Su única ilusión, conducir un tractor. Tiene 16 años, dos más que el resto. Tiene una novia que, según él, es “precioza” y cuando habla de ella, la llama La Marialuiza.
En todas las clases siempre hay un gordo feliz. En esta también. Dicen las malas lenguas que el último día que comimos hamburguesas en el cole, él se ventiló 12. Por supuesto que sólo piensa en comer y lo de la lengua, matemáticas e inglés le trae sin cuidado.
Cuatro alumnos representan a los “mírame los calzoncillos”; esos que llevan los pantalones bajaos y aunque no quieras, te encuentras con sus gallumbos de frente. Pelito largo en plan Beatle, calzoncillos surferos y gilipollez mental. Menos mal que esa enfermedad se pasa tarde o temprano.
Tres son los representantes de los hiperactivos, o mejor dicho, de los TDHA, que es como se llama ahora la dichosa enfermedad. ¡Qué manera de tocar las pelotas que tienen los tres! Está demostrado: son incapaces de estar más de diez segundos sin hablar y más de dos sin moverse. Mira que yo soy paciente y sosegado. Pero más de un día he deseado tirarlos por la ventana. Tienen el don de pedir a gritos ser abofeteados; son los típicos que cuando acabas de decir que el examen no se hace en color rojo, te preguntan que si se puede hacer con bolígrafo rojo.
Y como en todas las clases, ahí está mi enchufado. Más buena gente que nada, simpático, cariñoso, atento, educado,… pero más perro que una siesta. Creo que el último trimestre aprobó recreo y comedor, por los pelos. El resto, penco. Pero siempre está dispuesto a ayudarte, siempre tiene la tiza preparada cuando llegas, te da los buenos días por la mañana… etc. Un tío fenomenal. Si estudiase un poco , ya sería perfecto. Este fue el que el día de mi cumpleaños me regaló un bocata de tortilla.
También existen los estudiosos. Son pocos y además se dejan llevar por el mal ambiente que transmiten los no estudiosos. Así que tampoco los buenos sobresalen en exceso.
Pero ¿y lo bien que me lo paso con ellos? Intentar enseñarles problemas de velocidades, fuerzas, aceleraciones y tiempos, es tarea imposible. Que entiendan cómo se reproducen las bacterias o los hongos, se las trae floja y pendulona. Pero en el funcionamiento de cualquier móvil o en el pirateo de pelis y demás por internet, son unos cracks. ¡Y cómo cuentan los chistes! En la última excursión que hice con ellos, no me pude reir más.
Dentro de unos días les daremos las notas finales. A la mayoría les dará igual. A mi, no. Quiero que aprendan cosas y sean capaces de trabajar un poquito cuando las circunstancias lo requieran. Confío en que pronto puedan conseguirlo.
6 comentarios:
Redford:
¿De verdad te dedicas a dar clase en un colegio?
¡¡¡SE ESCRIBE BOLÍGRAFO BIC!!!
Pedazo de...
Vic es un pueblecito de Barcelona. No será que te estás volviendo un poco catalino. Por cierto lo de los "culo cagaos" es un coñazo impresionante. Yo habitualmente les digo que no es necesario que me enseñen que llevan "gayumbos". Todo hombre que se precie y no sea un puerco los lleva y no va enseñando su marca por ahí.
¿No será que echan de menos los dodotis?
este etan está al quite...
Una descripcion perfecta de como esta el mundo de la Educacion hoy en dia, te leo y me imagino la clase perfectamente. Gracias a Dios es una edad muy mala en la cual suelen ponerse mucho mejor con el tiempo, aunque algunos empiezan y les dura toda la vida (pero que se le va hacer es que son asi). Lo importante es que aunque haya adversidades uno de lo mejor que lleva dentro, con ilusion y sobretodo con sentido del humor. Sino uno suele tirar la toalla.
Preziozo lo que has escrito, eso de la enseñanza debe ser muy complicado, pero gracias a tu profesionalidad y honestidad serás capaz de hacer de estos nenes unos premios nóbeles. Que bonico, ESTÁS CADA DÍA MAS BLANDO, necesitas un chute de novela negra sueca como el comer o mejor unas vacaciones en Galicia y alimentarte de alimentos naturales como las nécoras, percebes o un buen trozo de buey.
Ethan: no me pasas ni una. La verdad es que menuda cagada Vic con V... pero bueno, nobody is perfect!
Jefe: discrepo un poco con lo que dices. No me parece una edad mala. A mi es la que más me gusta; 2º, 3º de ESO es la mejor edad para tratar con ellos. Con lo que sí estoy de acuerdo es con que lo de la enseñanza hay que tomárselo con ilusión y buen humor. De eso, te aseguro que no me falta.
Y a mi querido José María decirle que: si te parece que estoy blando, es que posiblemente sea blando y tú no me conozcas. Soy así... escribo lo que me apetece y lo que siento. Y si te parece blando, vete a ver otros blog más duros, como por ejemplo josemariaesgay.com o cosas así. Lo de la novela negra sueca, no es que lo necesite; es vital para mí seguir leyéndolas. Y con respecto al marisquiño da miña terra... gloria bendita! Ya te llamaré en agosto para ponerte los dientes largos... jajaja
D. Navarrete si que nos entendia... que sermones señores!(``para que aprobeis os tiene que parir vuestra madre otra vez´´ ``no teneis de hombres ni los panatalones´´ jejeje) al final se portaba en el fonde es un blando como Redford jaja
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