My Way

Dentro de las entradas de Canciones que marcaron mi vida, traigo hoy la que más supone para mi. Desde que la oí por primera vez hace ya muchos años, hasta hoy, raro es el día en el que no la escucho o tarareo. Es más, es de las pocas canciones con las que me atrevido alguna vez a cantar en Karaoke. Ni que decir tiene que que cuando lo hice, no había tomates y lechugas cerca que el público pudiese lanzarme... de buena me libré.

Es una canción que emociona. Llena por dentro. Y cada vez más. Creo que nunca me cansaré de escucharla. Y nunca pasará de moda. Es de las pocas canciones que mis hijos me dejan seguir poniendo en el coche; les gusta y me gusta que les guste.

Por lo que sé de ella, es una canción popular francesa adaptada al inglés por Paul Anka. Conserva la música original pero la letra es nueva.

La canción habla de un hombre mayor, ya cercano a la muerte, que mira satisfecho su vida, mientras relata algunos de los aspectos más relevantes de ésta a un amigo. Cuenta que hace lo que siente y dice lo que piensa; que no teme los desafíos de la vida y que, cuando éstos han aparecido, ha sabido resolverlos a su manera. Al final de su vida está feliz de cómo vivió y de lo que logró de ella, aunque reconoce que se arrepiente de ciertas cosas y de haber sufrido grandes tristezas.

La versión más conocida es la de Frank Sinatra. Él fue quien la popularizó.

Rebuscando en internet he encontrado ésta que, los Tres Tenores quisieron dedicar al propio Sinatra. No es que me vuelva loco, pero se deja oir.

Otra que me gusta es la de Elvis. ¡Qué voz! ¡Me encanta!

Pero sin lugar a dudas, y que me perdonen los puristas, la mejor es la de Robbie Williams. ¡¡¡Fantástica!!! La carne de gallina... Increíble. No puedo poner el vídeo porque Youtube no me deja; pero si pincháis aquí podéis escuchar la más bella versión de My Way.