Como continuación al post extraordinario del extraordinario, debo decir que me mosquean profundamente todos los programas de Supermodelo, Operación triunfo, Gran hermano, Mira quien baila y las "Series B". Si por casualidad me los trago (porque esté de acompañante) cuando acaban me pregunto... ¿qué he ganado? ¿qué he aprendido? ¿en realidad me he entretenido? Cojo conmigo mismo unos cabreos del quince por no haber dedicado ese tiempo a leer, o a ponerle los cuernos a mi parienta con Morfeo.
Y por ende... irían a la trituradora la música de Chenoa, Bisbal, Bustamante y los demás pseudocantantes que han salido de esas miserables operaciones de marketing televisivo.
1 comentario:
Estoy de acuerdo contigo. ¿La música y el cine están en crisis? Yo creo que sí. ¿Soluciones? Ellos dicen: "Hacemos lo que la gente pide...". Y parece que es cierto; es producto que se vende en cantidades gigantescas. Pero ¿no será porque es lo único que se le ofrece al público? La gente se traga lo que se le eche.
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