Escribió José de Espronceda la canción del pirata. Todos, de niños, la tuvimos que aprender.
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín...
Esto de la piratería moderna no es nuevo. Conozco desde hace tiempo una página web referida al tema (con mapa de los últimos ataques incluido).
Antes el pirata sabía que su destino, cuando se le cogía, era la horca. Es la ley del mar.
Espero que ocurra lo mismo ahora. Los franceses han dado ejemplo de no andarse con tonterías este mismo mes: el que no agache la cabeza la pierde.
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