Ya se que estoy fuera de plazo, pero el asunto de Eurovisión todavía colea.
Rodolfo Chikilicuatre es un personaje que, o crea odios o crea pasiones. En el fondo, y no tan en el fondo, Televisión Española tiene lo que se merece por intentar sacar pasta del programa, ya que la elección del cantante se decidía mediante el envío de mensajes de texto por parte de los telespectadores. Y cada mensajito salía por una pasta gansa.
Es lo que tiene eso de la democracia en la música. En cuanto te descuidas llega Buenafuente y te toma el pelo.
De todas formas Eurovisión ya no es lo que era. Los italianos ya se dieron cuenta hace tiempo y decidieron que pa su padre: que hagan el bobo otros. Y los austríacos han seguido sus pasos. El argumento es muy simple: “la calidad del producto (la música) importa lo mismo que una mierda. Lo realmente importante es quienes son tus amiguitos”.
Eurovisión, mmm… Europa. ¿no? Aún sigo sin comprender que pintan en todo esto países como Azerbaián, Georgia o Armenia. Ya puestos, y si aceptamos pulpo como animal de compañía, que permitan participar también a Marruecos (que, aunque canten el “Jamalají Jamalajá”, tendrán asegurados los doce puntos de España, Portugal, Francia, Bélgica, Holanda, Suiza… por los votos de los inmigrantes).
Fantástico el gag de Gráfica tropezando en mitad de la canción y descoordinada en el resto de la coreografía. Me he hartado de reír.
Rodolfo Chikilicuatre es un personaje que, o crea odios o crea pasiones. En el fondo, y no tan en el fondo, Televisión Española tiene lo que se merece por intentar sacar pasta del programa, ya que la elección del cantante se decidía mediante el envío de mensajes de texto por parte de los telespectadores. Y cada mensajito salía por una pasta gansa.
Es lo que tiene eso de la democracia en la música. En cuanto te descuidas llega Buenafuente y te toma el pelo.
De todas formas Eurovisión ya no es lo que era. Los italianos ya se dieron cuenta hace tiempo y decidieron que pa su padre: que hagan el bobo otros. Y los austríacos han seguido sus pasos. El argumento es muy simple: “la calidad del producto (la música) importa lo mismo que una mierda. Lo realmente importante es quienes son tus amiguitos”.
Eurovisión, mmm… Europa. ¿no? Aún sigo sin comprender que pintan en todo esto países como Azerbaián, Georgia o Armenia. Ya puestos, y si aceptamos pulpo como animal de compañía, que permitan participar también a Marruecos (que, aunque canten el “Jamalají Jamalajá”, tendrán asegurados los doce puntos de España, Portugal, Francia, Bélgica, Holanda, Suiza… por los votos de los inmigrantes).
Fantástico el gag de Gráfica tropezando en mitad de la canción y descoordinada en el resto de la coreografía. Me he hartado de reír.
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