Conocía a María hace 12 años y durante todo este tiempo he compartido muchas horas de fogones con ella, he compartido muchas otras cosas con ella, mis hijos, por ejemplo, que tienen la suerte de disfrutar de tres abuelas, pero es en la cocina donde más nos hemos entendido, ella siempre dice que me “vela” mientras hago los que puedo con los pucheros, me mira con una graciosa curiosidad a través de esas gafas bifocales cuando hago recetas que ella no conoce y en cuanto me despisto un poco ya está limpiando y ordenando todo lo que voy ensuciando…. y cada poco entona “Cocinero… Cocinero enciende bien la candela…”, y a mí me suena como si el mismo Antonio Molina estuviese en la cocina.
Cocinar me ha dado la oportunidad de hacer algo para que los demás disfruten (eso espero) pero sobre todo me ha dado la oportunidad de aprender de María, aprender que en la cocina como en la vida sólo un poco de cariño y humildad llegan. Cada vez que llega a la mesa algo maravilloso cocinado por esas fuertes, y al mismo tiempo, delicadas manos, y todos entonamos ese “María… ¡¡¡ qué bueno está !!!, ella sólo responde….”¡¡¡ lo hizo el fuego !!!...pues comerlo todo”… y así, sin hacer mucho ruido, como si no estuviese, con el monótono sonido de la campana extractora, eso que ella llama el “chupasangre”, o el simple batir de unos huevos, pasa los días… y me da la oportunidad de aprender que la vida, esa que normalmente complicamos en exceso es bastante más simple…
…muchas veces, mientras cocinamos hablamos de la vida, no de política ni del gobierno sino del precio de los Yogures de Eroski o de “La familia”, o de ese pescado que está de oferta, o de “que malas son las patatas de bolsa”….y si algo sube de precio siempre entona un “que horrible”….y esa es nuestra “crisis” de todos los días…
María sólo cumple 80 años “como de 90 pasando para 100” así dice ella, y sigue cambiando pañales, limpiando cacas, haciendo purés y sigue abrazando a sus bebés con esa ternura de abuela eterna, yo me fijo que les escucha como si fueran personas mayores, sus historias, sus postalillas de la liga… no hay debate más importante para ella…y así todos los días comienzan en la salida del colegio con esos bocadillos de “nocilla” de 2 sabores envueltos en papel albal.
Las personas que son como María no suelen dar consejos, la verdad es que poca falta hace que los den porque cada día ya enseñan, sin querer, lo suficiente…. pero María cada vez que hay algún problema siempre dice “cada uno a lo más bajo”. La primera vez que se la escuché decir semejante cosa no la entendí muy bien, el orgullo o la soberbian hacen oídos sordos a este tipo de cosas… sin embargo, casi sin darme cuenta, ella se ha molestado estos 12 años en enseñarme, entre tortilla y tortilla, lo que quiere decir esa frase…
… lo único que me apena de María es no haberla conocido antes… así que me he propuesto conocerla como mínimo hasta que por lo menos haya llegado a “pasando para 100” para seguir con sus clases…. a ver si aprendo algo.
El sábado celebramos su cumpleaños, ella dirá ¡¡¡ me quiero morir!!!, no sé yo, ser el centro de la atención no es lo suyo, con lo que es capaza de adelantarse a los camareros y ponerse a recoger los platos….en fin, que así es María, con 80 años no va a cambiar y yo espero que no cambie nunca.
….me tengo que ir, me acaba de llamar María para encargarme una Peras y un poco de Nata para la comida de mañana…, las peras a 3,65€/Kg ¡¡¡que horrible !!!
2 comentarios:
New-man:
Tengo que decirte que siento envidia de lo que cuentas...Cuando estáis en la cocina, además de envidiar vuestra forma de cocinar, me gustaría estar ahí...en esas conversaciones y tener esa relación tan especial...
Piensa que eso es una suerte que tienes.
Un saludo desde A Coruña...
P.D: Es muy bonito lo que has escrito.
Un correctivo para la Nonuerna de New-Man... ¿Desde cuándo es A Coruña? Se dice LA CORUÑA o CORUÑA...
Publicar un comentario