Así es. Este fin de semana me llamarán el Rodríguez. Me quedo solo en casa. Pero que nadie se piense que juerga, alcohol, dormir, pelis, fútbol o cosas por el estilo. No, que va. Va a ser un fin de semana de pañales, cacas, comidas, baños, lloros, peleas,.. Me quedo con los niños. Así que nada de chollo.
Cualquier tipo de plan se verá truncado por los caprichos de los imberbes. Ya lo veo. Mañana, 22 horas, Madrid-Barça. Me lo temo. Cenaremos antes para que a la hora que empiece, esté todo listo. Pues seguro que a las diez y un minuto, el pequeño se cagará encima, los mayores querrán jugar a la Wii y la mediana querrá ver los dibujos... ¡Y sólo tengo una tele! Entonces habrá lloros, cabreos, gritos... Terminaré viendo los goles en el telediario del domingo. ¡Ya verás!
Cuando me quedo de Rodríguez, al pequeño siempre le da fiebre o vomitonas. Eso es ley de vida. Las noches nunca son tranquilas. Yo creo que esto está pactado entre mis hijos y mi mujer; debe de ser para que no me aburra. Y por supuesto, sábado y domingo tempranito (7,30 como mucho) vendrán a despertarme diciendo que quieren ya el desayuno o que les ponga los dibujos.
Planeo un día de playa para el sábado y ... nada de playa. Mi hija tiene un cumpleaños y no da tiempo a bajar hasta el mar. Entonces tendré que llevarlos a pasear o al parque. Y seguro que lloverá.
Y mientras, la nonuerna de New-Man en un hotel de Tenerife bañándose en la piscina y disfrutando de un gin-tonic fresquito. ¡¡¡Qué mal repartido está el mundo!!!
1 comentario:
seguro que te lo pasas en grande entre pañal y pañal...jajaja
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