Frase magnífica

Ayer recibí el típico correo con power point de esos con musiquilla, fotos bucólicas y texto hortera sobre lo bonita que es la vida y demás mariconadas. Por supuesto todos estos correos llevan al final la leyenda que si no lo mandas antes de 10 minutos a 500 personas tendrás muy mala suerte durante toda tu vida o se estrellará el primer avión en el que montes o se morirá tu gato. Por norma elimino estos correos nada más llegar. Y por supuesto, elimino de mi lista de correo al que me los manda con frecuencia.

Cuando lo iba a eliminar, vi que me lo mandaba mi madre y decidí abrirlo, aunque sólo fuese por respeto filial. El power point era lo esperado. Un cúmulo de música, imágenes y texto que se hacían infumables. Lo primero que hice fue apagar los altavoces. Empecé entonces a pasar las diapositivas a toda leche y, de pronto, encontré una que me llamó la atención. Sólo ponía una frase y estaba escrita por un tal anónimo. La frase me pareció redonda:

¡Vive de tal manera que cuando tus hijos piensen en justicia, cariño, amor e integridad, piensen en ti!

Así que, a partir de ahora, a ponerlo en práctica. Gracias mamá.