La persona más feliz sobre la faz de la Tierra

Hay días en los que te levantas de la cama con el pie izquierdo. Todo te sale mal. Y entras en una especie de nebulosa de negatividad en la que lo que te pasa, lo miras a través del cristal de la botella medio vacía.Hoy es uno de esos días para mi.

Ya me costó salir de la cama por la mañanita temprano. Llego al trabajo y un problema tras otro. Voy a comer con mucha hambre y... comida nada apetitosa. ¿Cómo era lo de la Ley de Murphy? Pues así todo el día.

Pero cuando ves que las cosas no pueden ir peor, cuando empiezas a ver todo negro y te entran ganas de mandar a todo a la mierda, aparece un pensamiento en el fondo de tu cerebro (algunos pensamos en el ángel de la guarda), que te dice: ¡Pero si lo tienes todo para ser feliz! ¿Qué importan unas cuantas zancadillas si posees todo lo necesario en esta vida?

Y entonces te quedas pensando, con cara de idiota, y te dices a ti mismo: "¡Seré imbécil! lo tengo todo y merecería la muerte por estrangulamiento por venirme abajo". Y rápidamente empiezas a pensar que tienes que ser el tío más feliz de la Tierra porque lo tienes todo: familia, amigos, trabajo, suerte (que siempre es necesaria), ... Con el paso de los minutos te vas convenciendo que es así y de pronto... la botella medio llena. Ya no hay problemas, y esas pequeñas zancadillas que la vida te pone, son sólo una oportunidad para mejorar, para ser mejor persona. Y una sonrisa se empieza a dibujar en tu cara; en esa cara que hace tan solo un rato, parecía la de un perro sarnoso. Y te animas, y las cosas que te dicen los demás, te animan. Y recuerdas la cantidad de buenos momentos que has tenido y la cantidad de buena gente que está a tu alrededor, y la cantidad de buenas acciones que los demás han hecho por ti, ... y la cantidad de bien que tú puedes hacer por los demás. Y de pronto te conviertes en la persona más feliz sobre la faz de la Tierra. Gracias a todos.