Y eso es verdad. Me llama la atención como se protege tantísimo la vida de muchos animales (cosa que no me parece nada mal) y se desprotege cada vez más la vida de las personas. Y no sólo la vida de los animales adultos; está penado destruir embriones de ciertas aves o de reptiles y anfibios. ¿Y qué pasa con los embriones humanos? ¿Quién los protege?
La Coferencia Episcopal ha presentado una campaña muy crítica con la reforma de la ley del aborto que el Gobierno quiere sacar adelante. En la foto podéis ver un cartel publicitario en el que un bebé pide que se proteja su vida de la misma forma que se protege la del lince.
Imagino que la citada campaña no servirá para que el Gobierno se plantee la conveniencia o no de la ley; pero sí hará ver a muchas personas de la calle, la monstruosidad que supone poder eliminar vidas humanas antes del nacimiento.
1 comentario:
Hola,
Dime una dirección de e-mail donde escribirte. Tengo una información que quizá te interese incluir en tu blog.
Mi correo: janaru@gmail.com
Un saludo.
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